Latinoamérica, como el resto del mundo, vive
cambios profundos y acelerados, gracias en parte al rápido acceso a la
información (y a la desinformación). Estos cambios, junto con nuevas
configuraciones demográficas en la población, migración, aumento en los niveles
de alfabetización y reducción de la pobreza, han tenido un efecto sobre las
opiniones y los valores en la sociedad. Es por esto que cabe preguntarse, tan
entrado el siglo XXI, ¿Cuán tolerantes somos los bolivianos y cuáles son los
estereotipos que nos dominan? ¿Cuáles son nuestros valores morales?
Los datos muestran que nuestro grado de
tolerancia hacia otros es más elevado de lo que permite suponer una región de
tan fuertes costumbres religiosas. La población encuestada se inclina a no
molestarse si comparte vecindad con una pareja que no está casada, gente de
otra raza, o que habla otro idioma, si son extranjeros o si tienen una religión
diferente. Pero muestra poca tolerancia hacia comportamientos adquiridos como
el del consumo de drogas, o la bebida. Más importante aún, al momento de
preguntarles a las personas si consideran que la tolerancia y el respeto hacia
los demás es una prioridad en la educación de sus hijos, la respuesta fue muy
positiva. Aunque debería preocupar que valoren poco la imaginación y la
independencia, las cuales figuraban muy por debajo en la lista de valores que
deben ser inculcados en los hijos.
La respuesta tampoco es muy positiva en el
caso de la tolerancia a tener vecinos homosexuales, a pesar de que casi el 60%
de los encuestados afirma que no les molestaría tenerlos como vecinos. La
población parece estar dividida al momento de responder si están de acuerdo o
no con que las parejas homosexuales pueden ser tan buenos padres como otras
parejas. Paralelamente, cuando se les preguntó a los encuestados qué tan
justificada está la homosexualidad, la gran mayoría se inclina a decir que no
está justificada, mostrando una falta de consistencia en la aceptación o
tolerancia que dicen tener hacia este tema. De todas maneras, en el contexto
internacional esta respuesta coloca a Bolivia en la mitad más tolerante a la
homosexualidad, por encima de países como Ecuador y Rusia, y justo por debajo
de Colombia y Corea del Sur.
Finalmente, la población encuestada mostró ser
muy conservadora respecto al tema del aborto, con una mayoría abrumadora que
afirma que el mismo nunca está justificado. Esta respuesta posiciona en el
contexto internacional a Bolivia dentro de la mitad más intolerante al aborto,
justo por debajo de Brasil y apenas por encima de Palestina, todos muy lejos
del país más tolerante en este y otros valores, que es Suecia.
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